Hace varias semanas tuvimos el placer de realizar una entrevista en directo a Alejandro Hurtado, fundador de Yo Mismo Sin Fronteras.

Os dejamos, a continuación, algunos de los momentos más importantes de la entrevista, en los que Alejandro nos cuenta desde su primer viaje a Nepal hasta la puesta en marcha del proyecto Soles de Tamang. 

¿Como surgió la idea de viajar a Nepal?

Desde hace muchos años tengo como afición salir al campo, de senderismo, sobre todo.  Con el tiempo quise ir haciendo un poco más, y pensé en irme a Nepal a escalar un pico de 6 mil metros. Como la gestión del viaje era muy cara desde España, decidí ir allí y contactar directamente con empresas locales.

Fui a Nepal solo, ya que no pude coincidir con ningún amigo, y en ese primer viaje pude contactar con algunos pueblos del Himalaya de la frontera entre Nepal y China.

Cuando empecé a convivir con ellos descubrí la problemática que tenían y al tratar con la población y ver que eran personas con las que encajaba muy bien, decidí dejar de lado el plan de ir a escalar y echar una mano cada vez que fuera allí.

¿Qué es lo que más te chocó de la cultura nepalí?

Dejando aparte la religión, una de las cosas que más me impactó fue la concepción que tiene allí de algo tan presente en nuestras vidas como las redes sociales.

Cuando entramos al perfil de algún amigo aquí en España, por ejemplo, lo primero que vemos es su cara como imagen de perfil, y muchas fotos de esa persona. Sin embargo, los nepalíes apenas tienen fotos de sí mismos, son mucho menos egocentristas. Es difícil saber con quién hablas porque suelen usar fotos de familiares o amigos en sus perfiles, no se exponen tanto a ellos mismos.

También me llama la atención que, en el mundo occidental, tenemos la capacidad de progresar económicamente. Debido a su cultura orientada a la religión, su situación de subdesarrollo y a su localización entre dos grandes potencias económicas como son India y China, los nepalíes no tienen tantas aspiraciones de progreso económico.

En muchos lugares, a pesar de necesitarlo, han rechazado mi dinero, por ejemplo, lo cual es una muestra de la distinta concepción del dinero para ellos.

Cuéntanos un poco sobre la creación de Yo Mismo Sin Fronteras

Yo Mismo Sin Fronteras surge de casualidad. Al principio, cuando comencé a realizar viajes a Nepal o Marruecos para echar una mano, lo hacía en mis días vacaciones, con mis ahorros, simplemente iba y lo hacía.

La gente me preguntaba mucho si estaba respaldado por alguna asociación o una ONG grande, y yo siempre les decía que no, que yo consideraba que había que ayudar en estos lugares y así lo hacía, iba por mi cuenta. Me llamaba la atención que me preguntaran tanto, así que un día empecé a contestar que no me ayudaba nadie, que era «yo mismo sin fronteras», nada más.

Con el tiempo comencé a pensar en que sí que podía ser necesario que existiera una organización para ayudar de la forma en la que yo lo hacía. Un punto de encuentro para quienes quieran ayudar a mejorar el mundo, sin ningún tipo de cuota, solo la contribución que pueda aportar cada uno a los proyectos que se nos presenten, como es el caso de Soles de Tamang ahora.

Así es como se crea Yo Mismo Sin Fronteras.

Háblanos sobre el proyecto «Soles de Tamang»

«Soles de Tamang» nace de la necesidad.

En los pueblos de la región de Rasuwa no hay saneamientos de ningún tipo, no hay agua corriente en las casas. El agua que beben y utilizan en su día a día la obtienen de fuentes que hay en los pueblos, que transportan en cántaros hasta sus hogares.

Tampoco disponen de un suministro eléctrico contante, por lo que no tienen electrodomésticos o termos para calentar el agua. ¿Cómo la calientan entonces? Pues mediante hogueras que hacen en sus casas, para las que necesitan leña. Esta dependencia de la leña y la constante explotación de los bosques hace a su vez que cada día tengan que ir más lejos para conseguir la leña que necesitan. 

Ante esta situación, nos pareció que podría ser de gran ayuda la creación de placas de calentamiento de agua en los pueblos. A través de estas placas se resolverían múltiples problemas, como la deforestación, el duro trabajo al que se ven sometidas las mujeres y los niños de la región y las condiciones higiénicas y de salud a las que se enfrentan.

¿Por qué no placas solares como las que podemos ver en España? Si llevamos este tipo de placas a Nepal, además del elevado coste, existe el gran problema de que, si una placa necesita mantenimiento o se rompe queda inutilizable. Es por esto que la idea principal del proyecto consiste en crearlas a partir de materiales reciclados que se pueden encontrar en Nepal y construirlas con los habitantes de los pueblos, para que así puedan aprender a construir, reparar y mantener las placas.

¿Cuántas placas se van a construir?

Nos gustaría construir todas las placas posibles, pero existen varias limitaciones que son las que van a determinar cuantas terminamos creando finalmente.

En primer lugar, dependemos de los aportes económicos al proyecto, la recaudación que consigamos va a ser el factor más importante para saber cuantas placas podremos crear.

También es importante tener en cuenta la logística, ya que una vez en Nepal tendremos que transportar los materiales desde donde los compremos hasta los pueblos, lo cual es un proceso complicado. Podremos transportar los materiales en camioneta hasta donde nos lo permitan las carreteras, pero después tendremos que portearlos hasta los pueblos.

Finalmente, quienes acudamos a Nepal a realizar este proyecto lo haremos durante nuestros periodos de vacaciones, por lo que tenemos una limitación de tiempo considerable. 

Aun así, estamos decididos a dedicar todas las horas que podamos y aprovechar todos los recursos al máximo para conseguir cuentas más placas, mejor.

¿Cómo se puede contribuir a este proyecto?

Hay varias formas con las que la gente nos puede ayudar:

La primera, quizá atractiva para algunas personas, es venirse a Nepal conmigo, a construir las placas. He de decir que Nepal es un país muy económico, a excepción de los vuelos, por lo que es fácil mantenerse allí por poco dinero. Podemos hospedarnos en hoteles, que son bastante baratos, dormir en las casas de mis amigos, e incluso he hablado con un lama de allí que puede que nos permita dormir en un monasterio budista.

La segunda opción, la más sencilla y la que nos permite dotar de más placas a los pueblos de Rasuwa, es la aportación económica. Nos gustaría recordar que el dinero recaudado se  destina solo a las palcas y el transporte de los materiales, no a quienes nos desplazamos hasta allí. Se pueden realizar donaciones a través del apartado de donar de nuestra web.

Finalmente, para quienes quieran ayudar, pero no puedan hacerlo de ninguna de las dos formas anteriores, siempre pueden contribuir compartiendo lo que hacemos, hablando de nosotros para que el proyecto llegue a más gente.

¿Quieres ver la entrevista completa? Puedes encontrarla aquí.

Para realizar tu aporte económico al proyecto, puedes hacer clic en el botón que encontrarás más abajo o en el apartado «Donar» de nuestra web, donde encontrarás toda la información sobre la recaudación de fondos y el sistema de recompensas.

Realiza tu donación

Si deseas apoyar nuestro proyecto «Soles de Tamang» puedes acceder a la plataforma de GoFundMe en el siguiente botón y realizar tu donación.

Si no puedes colaborar económicamente con el proyecto, puedes ayudarnos compartiéndolo en redes sociales y haciéndolo llegar a las personas de tu comunidad.

¡Gracias por ayudarnos a cambiar el mundo!